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TESIS DE GRADO LAUREADA SERÁ LIBRO SOBRE LA CARRANGA

Mientras la mayoría de los nacidos en la década de los 80 aseguran ser fans del rock, la socióloga Claudia Isabel Serrano, natural de Zapatoca (Santander), de 21 años, se declaró discípula de ‘la generación La Cucharita’ (en alusión a la canción de Jorge Velosa) después de estudiar el género musical conocido como la carranga.

La tesis Imaginando con musiquita el país fue laureado y será publicada gracias a un convenio entre el Fondo Mixto de Cultura de Boyacá y la Universidad Cooperativa de Colombia, en Bogotá, donde Serrano terminó sus estudios.

Para asegurar en su libro que la carranga es la visión e interpretación de la realidad campesina de la región Andina, recorrió en los últimos tres años poblaciones de Boyacá, Santander y Cundinamarca para indagar sobre la penetración del género con 30 años de vida.

“Me apoyé en los impactos que esta música tiene en las emisoras y en las fiestas de las veredas y pueblos, para descubrir que la carranga les puso ritmo a los pensamientos campesinos y se compromete con la problemática social, el medio ambiente y el amor”, dice la socióloga.

La mujer, que decidió realizar el estudio después de que escuchó al sicólogo argentino Pablo Alabarcés decir que “Latinoamérica está en deuda de hacer sociología sobre sus músicas populares”, dividió su libro en dos partes.

En la primera sección relata el contexto teórico e histórico de la carranga.

A finales de los 70, el grupo Jorge Velosa y Los Carrangueros de Ráquira coordina en Boyacá un programa radial en el que reciben historias de los campesinos y de esto surgen canciones como Julia Julia, Rosa Mentirosa y La Cucharita.

Claudia dice que cada pueblo, a través de la música, tiene su propia forma de sentir, asume sus congojas, imagina su realidad y cuenta sus historias.

La carranga es una ‘ruana’ que abriga los saberes campesinos”, cuenta la socióloga.

Letra con sentido En la segunda parte del libro señala que en las letras de la carranga se habla de la familia, el desplazamiento, la tragedia del campesino, la idea del progreso, la migración a la ciudad, entre muchos otros temas.

Menciona que el ritmo, que tradicionalmente se toca con tiple, requinto, guitarra y guacharaca, llegó a todas la regiones del país, pues en Bogotá algunos grupos le introdujeron ritmos modernos como la skaaa-ranga (charanga con ska) y los guambianos le agregaron zampoñas (instrumentos de viento) y flautas urbanas.

Melquíades Guarín, encargado de la Escuela de Música de la Universidad Cooperativa de Colombia, destacó la sensibilidad con que la autora abordó un tema lleno de subjetividades.

Jorge Velosa, director de la agrupación Jorge Velosa y Los Carrangueros, precisa que trabajos como estos “contribuyen al reconocimiento, análisis, fortalecimiento y difusión de nuestras manifestaciones populares”

Artículo publicado en www.eltiempo.com

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