GENERAL

EL ANACRONISMO DE LAS VOCES «GRANDES» EN LA MÚSICA ANDINA COLOMBIANA O LA FRUSTRACIÓN DE NO POSEERLAS

Por VLADIMIR ARDILA MEDINA.

¡Colombia y su pueblo es una caja de sorpresas! lo contradictorio de ciertas actitudes de nuestra sociedad es algo que aún no deja de sorprender a propios y extraños y el arte no se salva de tal fenómeno.

En un medio artístico tan difícil como el nuestro en el que los recursos tanto públicos como privados son tan limitados a la hora de apoyar las manifestaciones vernáculas, resulta más que preocupante y reprochable que los artistas en lugar de ser un gremio cohesionado y enfocado hacia luchas comunes en pos de lograr su bienestar, por el contrario se dediquen a dividir, criticar insanamente, cuestionar e irrespetar la trayectoria, vida y obra de los colegas amparados en la libertad de expresión y de criterios estéticos.Si, la crítica es un derecho y una libertad incuestionable y es fundamental propiciar los espacios para ella. Lo que no está bien es ser destructivos y hablar de temas sensibles sin la preparación y conocimientos suficientes y, por ende, desorientar al espectador que desprevenidamente recibe información errónea y sesgada.

Algo que se ha vuelto característico en el pueblo colombiano es la cultura «traqueta», esa que nos quedó como herencia del auge del narcotráfico que propició en las nuevas generaciones el mensaje erróneo y tenebroso de obtener las cosas rápido y al precio que sea, sin escrúpulos de ninguna índole y haciendo de la ética y los valores conceptos mandados a recoger. Quizá en ello radica una de las grandes causas de nuestro subdesarrollo, y es precisamente haber convencido a la gente de que lo que importa es el fin y no los medios, y que todo tiene un valor mercantil y comercial. La cultura desgraciadamente, no ha sido ajena a tal fenómeno.

Realities (o como se escriba) que lanzan al estrellato efímero a figuras de mentiras, sin estudio ni preparación, enviando nuevamente a la sociedad el mensaje mounstruoso de que el éxito es fruto de la suerte y no del talento y la dedicación, han hecho un daño muy profundo a la concepción de artista que debe existir.

Como consecuencia de esta «cultura», la música y el arte en general se han querido convertir en algo valioso en la medida que sean «vendibles», Light, ligero, superficial. En este orden de ideas, abordo el tema central de este escrito. EL CANTO EN LA MÚSICA ANDINA COLOMBIANA.

Cada vez que termina un concurso o evento de música andina colombiana, vienen las inconformidades, críticas, aplausos, contradictores y defensores. es normal y sano que estas discusiones se den. Se leen opiniones de toda índole y quienes nos sentimos aludidos o tocados, entramos a polemizar en legítima defensa de nuestra labor, soportados, al menos en mi caso, en experiencia, estudios y conceptos adquiridos con mucha dedicación durante arduos años de trayectoria en este medio.

Lo más INTELIGENTE y SENSATO, y de hecho, lo PRIMERO que debe tener en cuenta quien se atreve a opinar sobre temas técnicos de la música (subrayo TÉCNICOS) es su real conocimiento de los mismos. No es lo mismo ser un MELÓMANO y actuar como público con su gusto legítimo, que ser un músico de profesión con profundos estudios y experiencia en el tema. Ahí, comenzamos a pecar. Con esto no estoy diciendo que sólo puedan opinar los conocedores. Lo que estoy diciendo es que, a la hora de opinar de CONCEPTOS MUSICALES, hay que tener los conocimientos profundos para hacerlo.

No se en qué momento tener una voz grande en la música andina colombiana se volvió un pecado y un anacronismo. y peor aún, no comprendo cómo se pretende descalificar a las personas que optan por el estudio profundo de la voz y su desarrollo máximo. Tampoco entiendo como se desconocen los orígenes del canto de nuestros Bambucos y Pasillos en grandes voces como LUCHO RAMIREZ, VICTOR HUGO AYALA, ALBERTO OSORIO, JULIO CESAR ALZATE, CARLOS JULIO RAMIREZ, OBDULIO Y JULIÁN, RIOS Y MACIAS, LOS GIRALDINOS, ESPINOSA Y BEDOYA, LOS HERMANOS HERNÁNDEZ, BERENICE CHAVEZ, LOS HERMANOS MONCADA, ETC… que marcaron la pauta de la interpretación de nuestras canciones andinas. 
Lo primero apreciados críticos, es hacer una claridad. Una VOZ GRANDE, no necesariamente es una VOZ LÍRICA. ahí está el primer pecado. La VOZ LÍRICA y el CANTO LÍRICO tienen unas características de COLOR DE LA VOZ, LINEA DE CANTO, ARTICULACIÓN, FRASEO Y ESTILO muy específicos y bien definidos, que antes de entrar a cuestionar deberían estudiar a profundidad y documentarse.
De otro lado, en qué concepto real se basa alguien al decir que esta forma de cantar es anacrónica y está mandada a recoger? Cuál es el concepto académico, mercantil, o de cualquier otra índole con el que se quiere argumentar esta barbarie? En qué se basa alguien al decir que esta forma de cantar no vende, atribuyéndole culpa absoluta? acaso no existen más aspectos como la calidad del cantante, la puesta en escena, el carisma, el manejo de público y la difusión, que también influyen en el éxito de una propuesta musical?
Acaso IL DIVO, IL VOLO, SARA BRIGHTMAN, ALESSANDRO SAFINA y muchos otros cantantes de actualidad y con millonarias ventas mundiales y rasgos líricos en sus voces y repertorio POPULAR no son prueba irrefutable de lo VENDIBLE,LEGÍTIMA Y VIGENTE de esta manera de cantar?

Realmente cuál es la motivación de la rabia y animadversión de algunos colegas músicos de la MAC (música andina colombiana) contra las voces grandes? No quiero pensar que sea frustración…me resisto a creerlo en gente que también se ha formado en los conservatorios de este país como nosotros y que su bagaje académico les debería exigir prudencia y respeto.
Para el público no tengo nada que decir al respecto. En mi experiencia, más aplaudidos y mejor recibidos no hemos podido ser. Nuestro público ama, asimila, entiende y busca nuestra propuesta. Y para nosotros los artistas lo más importante, es el gusto de la gente, y por ahí creo que estamos bastante bien…

La historia de la música colombiana respalda de forma contundente el contexto de las voces grandes y líricas en su interpretación. De manera pues que, si del argumento estilístico se van a valer, perdieron también.

Lo que realmente SÍ está mandado a recoger en nuestro medio es el EMPIRISMO (y por favor, antes de aplicarme el garrote, documéntense sobre la diferencia entre ser EMPÍRICO Y SER AUTODIDACTA) Querer convertir la MAC en una música LIVIANA, LIGHT, DE PASARELA basados en lo fácil es INAUDITO .El tema comercial y de puesta escénica no depende exclusivamente de una técnica de canto. Asegurar esto es temerario y desorientador.

Y si de show comercial se trata, déjenme decirles que no hay nada más cautivante para el público que un agudo bien cantado, puesto en el sitio y momentos justos.Tengo videos innumerables que así lo demuestran. Ahí queridos colegas, es donde la gente se pone de pie , rompe en aplausos y «vuelan» a comprar los discos. Todo lo anterior lo tengo SUSTENTADO EN VIDEOS Y CIFRAS. Como buen economista que soy, llevo esas cuentas juiciosamente. Así que, si el argumento es el mercantil, la excepción hace la regla y yo lo puedo demostrar.

Para cerrar por ahora este escrito, hago por enésima vez un llamado respetuoso y cordial, de colega, de amigo y de colombiano a todos quienes se manifiestan y opinan por las redes sociales sobre estos temas, al RESPETO POR LA MÚSICA, POR LOS ARTISTAS Y POR LAS TRAYECTORIAS. Seamos objetivos al decir NO ME GUSTA que es diferente a decir ES BUENO O ES MALO. Sé que hay personas que no están de acuerdo con la «maestritis», y están en su derecho, pero desconocer la vida y obra de una persona por capricho, también es un acto de DESCORTESÍA, DE MALA EDUCACIÓN y de ARROGANCIA que muchas veces (en la mayoría de los casos) denota el desdén hacia la sabiduría que es muy propio de los ignorantes.