Alexis Cárdenas, figura del VI Festival Internacional de Música
Artículo publicado por Carlos Solano en www.eltiempo.com
En cada presentación ratifica por qué puede ser el violinista latinoamericano más avezado.
“Yo toco diferente cuando me encuentro a este lado del planeta”, reconoce Alexis Cárdenas, minutos después de haber interpretado el violín en el complejo Trío con piano en Do menor Op. 1 No. 3, de Beethoven.
Dos días antes, había despertado los más efusivos comentarios del público cartagenero y de los periodistas con su cuarteto de música popular venezolana, y apenas un día antes había conmovido con la sentimental Sonata para violín y piano en La mayor, de Cesar Franck.
La rutina era constante, pero no había lugar para el cansancio. En cada presentación, el venezolano, concertino de la Orquesta Nacional Île de France, de París, les ratificó a los asistentes por qué puede ser el violinista latinoamericano más avezado de su generación y la figura del VI Festival Internacional de Música de Cartagena, que llega esta noche a su final.
Su presentación en la plaza de la Trinidad de Getsemaní, un concierto que resulta ser más cercano porque se realiza entre la gente (asisten los residentes del barrio, algunos con sus hijos de brazos), fue una muestra de que en su mente no hay esas barreras históricas entre lo popular y lo llamado ‘culto’.
“Lamentablemente, cuando empiezas a trabajar en la academia tienes que meterte en un marco de tradición, pero con el tiempo te das cuenta de que nunca hubo conflicto entre lo popular y lo académico, pese a lo que los profesores te han dicho”, explica el músico, quien se unió con su cuarteto al trío Oí para interpretar Pueblito viejo y La potra Zaina, entre otros himnos de la memoria colombiana.
Tanto en su interpretación de la pieza de Franck, conmovedora desde las notas iniciales de su primer movimiento, como en sus viajes a través del merengue venezolano y el joropo, Cárdenas desató ese ‘no sé qué’ que hay en la sangre latina y que le permite improvisar solos impecables. Otros artistas invitados al festival no se perdían sus recitales, querían ir a ver lo que ocurría allí sobre el escenario.
“Esos primeros contactos con la música te marcan -dice Cárdenas, al recordar sus primeros pasos-. Mi padre escuchaba rancheras de Pedro Infante primero y luego ponía los Caprichos de Paganini. Recuerdo que yo le decía: ‘Papá, ¿cuántos violines hay ahí?’. Ya oía las voces del violín. Mi primer contacto con el placer de hacer música fue en una parranda. Mi padre invitó a unos amigos, sacó el cuatro y me acompañó en un vals, y yo dije: ‘ah, aquí está’ “.
Su virtuosismo no ha pasado inadvertido: ha obtenido premios como el que otorga el público en el Concurso Tibor Varga, de Suiza; el segundo premio en el Concurso Henry Szering, de México; el tercero en el Kreisler, de Austria; el cuarto lugar en el LongThibaud, de Francia; el segundo en el Concurso de Montreal, y el primer premio en la competencia internacional de Douai (Francia).
En el repertorio popular, lo acompañan tres gigantes del sabor venezolano en ensamble muy sólido: el cuatrista Jorge Glem, el bajista Elvis Martínez y el percusionista Carlos ‘Nene’ Quintero. Cada uno, en sus presentaciones durante el festival, puso su cuota de espectacularidad.
Ligado a la historia del programa del maestro Abreu en Venezuela,
pues ha sido solista con la Orquesta Simón Bolívar y bajo la batuta de Gustavo Dudamel en muchas ocasiones, confiesa que lamenta algo profundamente: “Todo el apoyo en Venezuela se va a la música clásica, debería haber apoyo a la popular”.
Cárdenas, quien va a ser papá por segunda vez, siente que eso lo inspira aún más a pensar en la creatividad que requieren la música y el mundo en general: “Hay que recordar que Bach era el más grande improvisador”, aconseja.
CARLOS SOLANO
Cultura y Entretenimiento
Cartagena *.
* Por invitación del Festival de Música de Cartagena
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* Por invitación del Festival de Música de Cartagena